Hace unos días comenzaron las rebajas en toda España y desde la Confederación Española de Comercio se prevé un ligero aumento de ventas y se remarca la desvirtuación de las mismas desde su liberalización.

Tras una primavera marcada por la incertidumbre, ante los comicios electorales, y una devastadora climatología que no ha logrado las cifras esperadas se busca ahora un repunte de las ventas durante estas rebajas que llegan en un momento óptimo de cara al consumidor. Las rebajas de verano se desarrollan, un año más, marcadas por la tradición pero cada vez se perciben más desvirtuadas debido a la liberalización de los descuentos impuesta en 2012. El adelanto de la campaña en los grandes establecimientos obliga cada vez más a actuar del mismo modo y no quedarse atrás a pequeños y medianos comercios compitiendo en absoluta desigualdad. Razón por la cual desde la Confederación Española de Comercio se exige el regreso a la restricción de estos descuentos a los meses de enero y julio. Esta misma liberación supone la desprotección del consumidor, puesto que no garantiza que las rebajas sean auténticas, es decir, que los productos hayan estado previamente a la venta y no estén pensados para su venta expresa en rebajas así como dificulta poder asegurar que se marca correctamente el precio previo a las rebajas. Desde el pequeño comercio se está siendo testigo de estas prácticas que suponen una competencia desleal.