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El pasado 21 de noviembre, la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos celebró la XI edición del Foro Comercio: Silver-€-Commerce. Adaptarse para conectar con una nueva demografía. Este encuentro, desarrollado a puerta cerrada, reunió a especialistas de diferentes campos con el fin de analizar el impacto que la nueva realidad demográfica está generando en el tejido empresarial burgalés.
Entre ellos participaron: Santiago Agustín Bello Paredes, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Burgos y experto en reto demográfico; Alberto Bokos, consultor especializado en Silver Economy y cofundador de Plataforma50 – Hacking Longevity; Francisco del Olmo, CEO de Difadi.com y presidente de la Asociación de Comercio Electrónico de Burgos, empresa especializada en soluciones digitales integrales y e‑commerce inclusive; Juan Carlos Villagra, representante de SECOT Asociación de voluntarios sénior que ofrece asesoramiento y formación Empresarial; Laura Sebastián Vega, directora de Fundación Círculo; Consuelo Fontecha Díez, presidente FEC Burgos y Enrique Sancho González, miembro del Comité Ejecutivo de FEC Burgos.
España atraviesa un proceso acelerado de nueva longevidad, un fenómeno reciente que redefine la estructura social y económica del país. En 2023, la edad media vivida alcanzó los 82,65 años, y las proyecciones de la OMS sitúan la esperanza de vida de quienes nacen hoy en torno a los 105 años. Este cambio transforma profundamente la oferta de empleo, las estrategias de talento, el comportamiento del consumidor, la demanda de productos y servicios, las expectativas de salud y bienestar y los modelos de jubilación e ingresos.
En este contexto, la Silver Economy se consolida como una oportunidad estratégica. El segmento de población mayor de 50 años, concentra la mayor parte del poder adquisitivo del país, demanda accesibilidad, claridad, confianza y acompañamiento, aspectos aún insuficientemente atendidos en los canales comerciales tradicionales y digitales. En el caso de Burgos, los datos muestran con claridad esta tendencia: en la capital, la población mayor de 50 años supone aproximadamente el 48,5 %, mientras que en el conjunto de la provincia se sitúa en el 44,0 %. Este peso demográfico continuará aumentando en los próximos años, en línea con las proyecciones internacionales incluidas en la jornada, que indican que la población mundial mayor de 50 años superará los 2.500 millones en las próximas décadas, camino de alcanzar más de 4.500 millones a finales de siglo. Estas tendencias reflejan que Europa —una de las regiones más envejecidas del mundo— concentra ya cientos de millones de ciudadanos sénior, situando a este colectivo como uno de los segmentos socioeconómicos más influyentes del presente y del futuro inmediato.
El foro destacó que la transición hacia modelos inclusivos requiere cuatro pilares: empatía para cocrear soluciones con personas mayores, innovación para desarrollar productos y servicios que apoyen vidas más largas, acompañamiento a las organizaciones en sus procesos de adaptación y data para medir el impacto y orientar decisiones. Se subrayó también el papel del brand equity como indicador clave en la relación entre marca y consumidores sénior.
El análisis del tejido empresarial de Burgos evidenció un escenario complejo: una edad media de gestión superior a los 50 años, negocios con trayectorias de más de dos décadas, fuerte feminización del sector, estructuras reducidas y un desafío crítico en materia de relevo generacional. A ello se añade una crisis de conciliación que afecta a más de la mitad de los negocios, especialmente en comercio, hostelería y servicios. Los horarios exigentes, las cargas familiares y la falta de tiempo para el autocuidado configuran una situación que compromete la continuidad de muchas actividades.
A pesar de este escenario, el foro identificó importantes oportunidades de crecimiento. La población sénior mantiene una clara preferencia por el comercio de proximidad, demanda nuevos servicios y productos especializados, muestra altos niveles de fidelidad y aporta estabilidad económica.
La conclusión es clara: la longevidad no constituye una amenaza, sino la mayor oportunidad de diferenciación estratégica para el comercio local.
No obstante, se identificó una importante brecha entre percepción y acción. Aunque la mayoría de los negocios afirma estar preparada para este cambio, menos del 20% ha adoptado medidas concretas. Ante este escenario, el Foro propuso una hoja de ruta estructurada en tres fases: Conocer la realidad, Pilotar la transformación y Escalar el cambio
El XI Foro concluyó que abordar la nueva longevidad exige una visión estratégica, capacidad de adaptación y un compromiso colectivo. Para el comercio burgalés, este fenómeno no solo redefine el presente, sino que abre un espacio de crecimiento, diferenciación y conexión real con la sociedad del futuro.
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