Más de 12.000 burgaleses se manifestaron el 13 de junio por la marginación de la ciudad ante la falta de planificación de nuevas inversiones en infraestructuras para Burgos que permitan la mejora y movilidad de personas y mercancías.

Paralelamente se llevaron  a cabo dos manifestaciones bajo el lema  ‘Burgos exige respeto y futuro’, la más multitudinaria en la capital y otra en Aranda de Duero.

En ambas se reclamó la necesidad de reconocer a Burgos como nudo logístico básico dentro del Corredor Atlántico, así como un aumento en las inversiones de las infraestructuras de transporte de la provincia, y la reapertura del  tren Directo Madrid-Aranda de Duero-Burgos.

La Plataforma Cívica para el Desarrollo de las Infraestructuras de Burgos fue la encargada de dirigir y agrupar las quejas y el descontento de la sociedad ante las decisiones de los políticos, que ponen en peligro todos los avances, inversión y trabajo de la sociedad civil.

El recorrido partió de la iglesia Real Antigua y continuó por la calle Vitoria hasta llegar a la plaza del Rey San Fernando, dónde Alberto Gómez Barahona viceportavoz de la Plataforma Cívica por las Infraestructuras de Burgos y rector de la Universidad Isabel I leyó el manifiesto.

Durante los primeros días de julio, los representantes de  la plataforma se han reunido con la nueva corporación para continuar con la reivindicación sobre las infraestructuras de transporte de la provincia.