FEC Burgos continúa tomando el pulso al sector en un contexto económico y social, que lejos de haber iniciado la vuelta a la “normalidad”, mantiene una evolución desequilibrada en cuanto a la competitividad de los diferentes subsectores que integran la gran familia del comercio.

Desde FEC Burgos se es consciente de que el análisis comparativo 2020- 2021 en este primer trimestre del año no arroja conclusiones relevantes debido a que fue en el mes de marzo de 2020 cuando se inició y agudizó la crisis sanitaria.

Si bien desde el comienzo del Observatorio del Comercio de Burgos, hace un año se mantenían, y se siguen manteniendo, los análisis de resultados a nivel subsectorial, en el trascurso del desarrollo de los sondeos y paneles se ha ido perfilando una de las principales conclusiones de la evolución en este escenario de pandemia: No se pueden fijar  pautas deterministas y finalistas sobre el comportamiento de cada sector, se tiene que hablar de capacidad de adaptación empresarial en términos individuales.

Es un hecho que los factores de falta de movilidad, de interacción social, de restricciones.. están condicionando el desarrollo de los distintos grupos de actividad comercial fijando un modelo de comportamiento, pero se localizan un elevado número de experiencias profesionales que escapan de esta tendencia. Dentro del subsector de la alimentación, que mejores resultados se han obtenido en términos generales durante este último año, se han localizado empresas cuya dependencia de la hostelería han lastrado su competitividad. De igual manera se encuentran empresas en sectores gravemente afectados por la suspensión de eventos que han reconducido su modelo de negocio encontrando nuevos nichos de mercado (Ej. Floristerías que han orientado su actividad al mantenimiento de exteriores de las viviendas, decoración.….).

Estas “excepcionalidades” que ya han dejado de serlo, manifiestan un tratamiento individual y no sectorial para solicitar ayudas, para poder participar de actuaciones de promoción como los “bonos de consumo” y para dejar de ser excluidos de iniciativas por el mero hecho de formar parte de un epígrafe.

Otra de las cuestiones planteadas y recogidas en este I sondeo del 2021 se refiere al proceso de digitalización que ha ido creciendo exponencialmente en este último año. La venta no presencial ha sido impuesta inicialmente por las circunstancias y se ha consolidado en muchos establecimientos con esfuerzo e inversión. A este respecto, desde FEC Burgos se fija como objetivo prioritario para los próximos años, potenciar y animar al comercio local a integrarse en plataformas colaborativas, en los llamados Marketplace. Es necesario focalizar y centrar los recursos en posicionar determinados escaparates digitales del comercio local. El posicionamiento de forma atomizada para cada comercio independiente es inviable, pero sí es posible centrar esfuerzos en el posicionamiento y promoción de las plataformas colaborativas que integran al comercio local en los principales buscadores.

En los siguientes días se planteará paneles de expertos en el marco del Observatorio del Comercio de Burgos elaborado en colaboración con el Ayuntamiento de Burgos.